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Informe economico del mes de Enero pasado- Publicación Febrero.

En nuestro informe del corriente mes sobre la evolución de precios, el número presentado genero sorpresas. El mes de Enero arrojo un incremento en el índice 2.23%. Tomando este número y proyectándolo a lo largo del año, la inflación para todo el 2010 se ubicaría entorno al 27%. No solo vale descontar que una inflación cercana al 30% se encuentra muy por afuera de los valores internacionales y se considera como algo indeseable, sino que además supera los pronósticos más negativos en materia inflacionaria.

No hay intenciones de sonar repetitivos, pero volvemos a remarcar que la variable macroeconómica a observar durante todo el 2010 será la inflación. Tal como mencionamos en el informe de enero sobre diciembre del 2009: Un crecimiento del 7% potencia las probabilidades de obtener una inflación por arriba del 15% y sin techo alguno. El mercado parece estar observando si el gobierno tiene (o no) problemas para pagar su deuda y si se preserva (o no) el valor de la moneda. En ese escenario, una política antiinflacionaria no enfriaría la economía, sino todo lo contrario, bajaría la tasa de interés real así como las expectativas inflacionarias permitiendo que el producto se expanda. La señal política es clara: la sensación de “felicidad económica” que implica un crecimiento macroeconómico del 6%, por ejemplo, puede verse claramente contrarrestado por una inflación del 25%.

Los elementos que están atacando la buena confianza del empresario medio, son las pujas salariales y el alto costo del crédito. En relación a la primera, en estos últimos días los diarios han anunciado que los pedidos rondaran entre el 22% y 25%. En relación a la segunda, el costo de pedir un crédito (30%) sigue en tasas suficientemente altas como para desalentar cualquier proyecto de inversión. De no mediar con esta dualidad, la cual tiene sus bases sobre la inflación y la expectativa inflacionaria, resulta en una combinación de trabajo y capital caro que no hace atractiva la inversión en el país.

El debate Central-Fondo Bicentenario también nos permite unos comentarios en materia fiscal. En primer lugar, sería prudente aclarar que la transferencia de reservas al tesoro no genera inflación. En todo caso, la expansión del gasto, mas allá de cómo sea financiado, puede aportar algunos puntos marginales a la tasa de inflación, pero no en valores significativos.

Los intereses que generan la deuda siguen siendo, en algún punto, asfixiantes. Para tomar tan solo un ejemplo, los intereses pagados en 2009 representan el 10% del gasto primario nacional. Para este año el número baja a un 6%, pero lo ganado en este terreno se va a un aumento del gasto primario: de una expansión del 30% en 2009, a una de 27% en 2010. Prescindiendo de cuestiones ideológicas que dictaminan como se debe o no comportar el gasto público y basándonos en conclusiones empíricas, el nivel de gasto de público Argentino como porcentaje del producto es comparativamente bajo a niveles bajos. El punto débil, si cabe el termino, es expandir el gasto a tasas cercanas al 30% porque no solo puede potenciar la expansión inflacionaria, sino que además pone en duda la capacidad de repago que se traduce en desconfianza y mayores tasas de intereses.

Resulta entonces que el “secreto fiscal del 2010” estará explicado, en gran medida, por las utilidades provenientes del BCRA (estimadas en $20.000) y a la inflación no esperada que potencie los valores recaudatorios. Lo curioso es que el superávit financiero (una vez descontado el pago por intereses de la deuda) en el 2008 es exactamente igual a la suma de los déficits financieros del 2009 y 2010. Por esto mismo, como hemos sostenido desde fines del 2009 en informes pasados, la situación fiscal para el 2010 está prácticamente libre de dudas.

En relación a la situación de las provincias conviene mantener la lupa sobre sus cuentas. Aunque no hay casos en estado de alerta, la situación general está lejos de ser favorable. En relación al 2011, a mitad de este año estaremos en condiciones de dar un escenario más propicio.

Finalmente, valdrá la pena esbozar algunos comentarios relacionados al nivel de actividad. La producción de autos, en relación a enero del 2009 se expandió cerca del 68.8%. El alto valor de este número se explica por dos motivos principalmente. En primer lugar, la tendencia de recuperación que viene evidenciando la economía nacional. En segundo lugar, los bajos valores de enero del 2009, uno de los puntos más flacos de la crisis.

Más interesante aun, la exportación de autos se incremento un 137.8%. En tanto las perspectivas de la economía Brasilera continúen en esta línea, las perspectivas para el sector son positivas, dado que el país Carioca es uno de los principales compradores.